Con el nacimiento de la expresión artística nació lo que después denominaríamos geometría, y a lo largo de los años se ha convertido en expresión gráfica, aunando arte y técnica.
La expresión artística
ha estado presente desde los tiempos del ser humano en las cavernas hasta
nuestros días, la necesidad de reflejar y entender la realidad pasaba por
comunicar de forma gráfica la vida que nos ha rodeado a lo largo de los siglos.
Con el nacimiento de la
expresión artística nació lo que después denominaríamos geometría, y a lo largo
de los años se ha convertido en expresión gráfica, aunando arte y técnica.
En el post de hoy vamos
a ver como el dibujo técnico ha estado presente durante toda la historia del
arte, estructurando las obras en búsqueda de una composición armoniosa y de
diferentes estímulos visuales.
A la hora de analizar
una obra de arte debemos tener en cuenta varios factores, uno de los más
relevantes, y en el que nos vamos a centrar es en la composición. Existen
varios tipos de composiciones según la intención del artista, veremos cómo los
triángulos se encuentran detrás de varias de ellas y como estas se han llevado
a la fotografía moderna.
Composición Triangular
Esta composición ha
sido utilizada a lo largo de la historia del arte occidental en las
representaciones religiosas, por su carácter de elevación. Gracias a esta
estructura todo el cuadro nos dirige hacia el punto más importante de la
composición, normalmente la figura que quiere destacar el pintor. También hay
una componente de superioridad, hay una jerarquía en la propia obra que refleja
la trascendencia de la figura principal. La fotografía, aunque hoy en día parezca muy
lejana a la temática religiosa, también utiliza esta composición para destacar
el punto más importante del encuadre, buscando igualmente esta elevación de la
mirada, la superioridad de la figura y por supuesto la armonía y estabilidad
que aporta este tipo de estructura. Como podemos observar esta técnica utiliza
triángulos simétricos, equiláteros o isósceles.
Triángulos
que Dirigen la Atención.
Otra forma de utilizar el triángulo es
como forma de dirigir la atención del espectador, esta técnica era muy
utilizada en el arte chino, con la utilización de triángulos agudos y obtusos,
más marcados y con una intención clara de utilizar sus ángulos como flechas
para dirigir la mirada al punto a destacar. En la fotografía vemos que esta
técnica se utiliza de una forma muy similar, desplazan el punto a destacar
mediante la utilización de triángulos que sirven para enmarcar el punto
principal, para dirigir la mirada hacia el mismo o para crear un vínculo entre los elementos de la foto.
Simetría dinámica
Sabemos que los grandes artistas de la historia estudiaron la proporción de la figura humana para componer sus obras, uno de los reflejos más claro de proporción dentro de las composiciones es la simetría dinámica.
Este tipo de composición se usa para otorgar sensación de vida y movimiento a las imágenes y proporciona equilibrio entre los elementos de la misma. Esta simetría se construye a través de diagonales que forman los llamados triángulos de oro.
Podemos ver dos ejemplos claros donde se utiliza esta técnica, a la izquierda una obra de Dalí, a la derecha una fotografía de Alfred Eisenstaedt. En ambas composiciones podemos observar como la posición de los personajes dinamiza las imágenes incluso en el caso de las bailarinas que se encuentran quietas. Los puntos de encuentro de las diagonales nos indican puntos de interés dentro de la propia obra, encontrándonos la única bailarina con la cara visible o a la izquierda la cabeza de la mujer del cuadro.
Este tipo de composición usa elementos de la simetría dinámica pero de forma más simplificada, consiste en construir una única diagonal y las líneas de cruce de una plantilla de simetría dinámica (perpendiculares a la diagonal)
En este tipo de composición se organizan los elementos de forma que ocupen uno o varios de los triángulos formados dejando los demás vacíos, marcando en los puntos de encuentro o punto de interés los elementos a destacar.
En las siguientes obras vemos este tipo de composición, la más destacable, el
famoso beso beso del fotógrafo de Alfred Eisenstaedt, donde la diagonal
que cruza la fotografía coincide con la figura de la pareja y en el punto de
interés nos encontramos con el beso, toda la fotográfica capta un momento que
casi podemos ver en movimiento.
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